dijous, 22 de juliol del 2010

Haciendo el muerto

Flotando boca arriba a última hora, el cielo nublado amenazando barro y el coche destellante buscando un escondite. El naranja del sol del ocaso, que ya no me es visible, refleja en un avión que pasa muy alto y me pregunto dónde irá. Al sur, eso seguro. Yo de momento también me voy mañana hacia el sur, con muchas ganas de saltar.

diumenge, 18 de juliol del 2010

Límites sordos

Vivía sin límites.
Un día las guillotinas empezaron a caer del cielo, clavándose en el suelo y haciendo daño en el alma. Cada vez acotaban más su espacio, hasta que se sintió ahogada, sin aire y llena de lágrimas saladas.
No había escapatoria ni forma de gritar, ya que en su mundo todos eran sordos y los aviones no tenían alas.
Sus únicas fuerzas llegaban tarde.

dilluns, 12 de juliol del 2010

dilluns, 5 de juliol del 2010

Todo encaja

Cientos o miles de cosas acumuladas durante 28 años, metidas en decenas de cajas que duermen en un almacén esperando despertar en un lugar cambiado.
Bolas de pelusa que recorren los rincones, asustadas por esa desnudez que les produce la falta de mobiliario.
Clavos en la pared sin nada que sujetar, perdidos y sin saber qué futuro les espera.
Grifos que escupen los últimos litros de agua caliente.
Heridas de guerra que van a ser curadas mientras millones de recuerdos se camuflan bajo una capa de pintura.
La casa está preparada. La casa è pronta, come le patatine. Y hay eco. Mucho eco.

¡Se abre el telón! Y con él, una nueva etiqueta: Reformant .

diumenge, 4 de juliol del 2010

Aaahhhhh, ¡28!

Esto empieza a estar muy alto, a dar vértigo, y ahora ya no me convertiré en un mito (lo cual nos deja más tranquilos a todos...)... pero me asusta un número tan redondito...


Actualización (22:28): con amigos como estos, sientes que hay una red de protección. Y el vértigo y el miedo desaparecen. ¡Muchas gracias!

divendres, 2 de juliol del 2010

¿Y qué pasa con Helsinki?

Esa ciudad que fue nuestra por unas horas, a la que prometimos volver tarde o temprano, que nos ilusionó. Tú y yo, o al revés, los dos. Una ilusión que te quedaste y que volverás a compartir, pero yo me quedaré aquí. ¿Y qué más da si es Helsinki, Berlín o Pekín?