Una sociedad que te empuja a ser universitario, a estudiar una carrera acorde con tu nota del instituto, de la que esperas dar rienda suelta a tus ideas, poder vivir sin excesivos ahogos, y luego te das de morros con el mundo real, que te exige unos ingresos que sólo te ofrecen aquellos que te consideran un esclavo (también llamado falso autónomo) mientras ellos se dedican a regalar sonrisas a sus clientes. Y te metes en una burbuja en la que crees ver que si todos están igual, no te puedes quejar y que quizás sea culpa tuya.
Una sociedad que te empuja a ser universitario, a estudiar una carrera que te abra muchas opciones, de la que esperas salir con mil puertas abiertas, y luego te das de morros con el mundo real, que te exige unos ingresos que pretendes que te ofrezca la Administración, opositando, te pasas años estudiando y luego nunca salen plazas. Y te metes en una burbuja en la que ves el mundo desde una biblioteca.
Una sociedad que te empuja a ser universitario, a estudiar una carrera que sí, que te gusta, de la que esperas vivir, que continuas incluso con el doctorado, y luego te das de morros con el mundo real, que te exige unos ingresos que sólo te pueden ofrecer en alguna universidad lejana, o muy lejana. Y te metes en una burbuja que te lleve a ese lugar.
Una sociedad que te empuja a ser universitario, a estudiar una carrera que sí, que te gusta, de la que esperas sacar provecho para luchar por lo que crees, y por lo que quieres, y luego te das de morros con el mundo real, que te exige unos ingresos que sólo te pueden ofrecer aquellos por los que no moverías un dedo, mientras todos los que salvas día a día no pueden ofrecértelos. Y te metes en una burbuja para evitar verlo. Pero la burbuja es transparente y no lo consigues evitar.
Entonces decides dar un giro, encauzar tu vida hacia otro lado, pero no dejas del todo lo anterior. Y le añades todo aquello que realmente te apetece, y por lo que te desvives... tanto, tanto, que un día, todo tu ser, se rebela agotado.
Va por todos aquellos de mis personajes que se sientan reflejados, en especial por la "señorita de los canguros imprevisibles"
, el "señor de la razón perpetua"
, el "señor de las estrellas viajeras",
y muy muy muy en especial por la "señorita de las margaritas mágicas".
Por más que le doy vueltas no encuentro la forma de parar esto, sólo puedo ponerle un poquito de música y muchos abrazos.
Ahora que la carrera ya la hemos estudiado, que nos ha demostrado que no sirve para aquello que esperábamos, y que ya nos hemos dado de morros con el mundo real... sólo (qué poco le queda a esta tilde...) nos queda nuestra burbuja y la sociedad. Y tendremos que ver qué hacemos con ellas.
Tendremos que parar. Este mundo debe parar. Esta sociedad debe aminorar el ritmo. Y dejarnos VIVIR.