diumenge, 17 de maig del 2009

Mi gato (I): Sus orígenes

Éste es mi gato. No es la foto en la que sale más favorecido pero me encanta, esa cara de curiosidad innata de este animal.
Mi gato se llama Indu, de Indurain. Y es que, ante la falta de decisión a la hora de ponerle nombre, el día fijado para llevarlo por primera vez al veterinario y, por tanto, para que necesariamente tuviese un nombre, las portadas de los diarios anunciaban que el ciclista se retiraba. Después de haber seguido a mi padre que a su vez lo seguía por Pirineos y Campos Elíseos, yo también me había hecho un poco fan. Así que mi gato se llama así en homenaje a Miguel Indurain, aunque normalmente lo llamo Gordo (al gato, no a Miguelón aunque se haya hinchado a sobaos... Si es que a veces tengo una chispa... ¡Tomates no, por favor!).
Si tenéis un poco de noción del tiempo, os daréis cuenta de que la retirada de Indurain fue hace mucho tiempo. Pues sí, Indu cumplirá trece años el próximo día del Pilar. Eso, según una tabla que me dió el veterinario, equivaldría a 68 años en un hombre... y oye, para esa edad está muy bien. Quizá algun problema de muelas que le han hecho un poco caprichoso a la hora de comer. Pero nada grave.
Es hijo de una gata negra de angora muy casera que un día se escapó y tuvo un affair con un gato callejero. Tuvo cinco hermanos: tres negros y otro atigrado como él. Así que todo indica que el padre era el típico gato común europeo. Mi Gordo tiene el color de su padre, la cara chata de su madre y el pelaje ni corto ni largo, mezcla de los dos. Y me ha salido bastante tonto, quizá por eso lo quiero tanto. Es curioso, perezoso y con algunas manías que ya contaré.

Sigue sus hazañas pinchando aquí o en la lista de personajes de la derecha.

Esta semana falleció Antonio Vega. Como homenaje, dejo esta gran canción que dedicó a su gato.