divendres, 30 d’octubre del 2009

Mucho sueño

Pues sí, he empezado en el estudio por la puerta grande... o por el pasillo más largo... jeje. Empezar con los agobios de última hora previa a una entrega se hace duro, por la tensión, por el desconocimiento del proyecto, por el querer hacerlo muy bien, por la falta de confianza con los compañeros, por las horas de aguantar el tipo con sueño y dolor de espalda... pero por otra parte, te obliga a integrarte de forma veloz. ¡Llevo tres días trabajando y parece que lleve tres meses! Tengo la sensación de conocer de casi toda la vida a mis nuevos compañeros. El pasar más de 25 horas seguidas trabajando codo con codo con ellos lo ha acelerado todo (esto es lo que dicen siempre los participantes de Gran Hermano, ¿no? que "en la casa todo se magnifica y se vive más intensamente..." jaja). Pues en el estudio igual, ha sido como un Gran Hermano de sacar proyectos a saco.
Esta sensación de saber por la mañana que queda mucha faena, de ver cómo van pasando las horas y sigue quedando mucha faena, de darte cuenta de que no vas a poder irte a casa a cenar, quizá tampoco a dormir, y seguramente no desayunarás; ya me la voy conociendo (debe ser inherente al arquitecto). Por eso ya sé las fases por las que pasa el estado anímico: los peores momentos son a última hora de la tarde, cuando confirmas que la noche la pasarás cara al ordenador y vas pensando a qué tele-de turno llamarás para que te lleve la cena al estudio; y antes de que amanezca, cuando el cuerpo te clama descanso; una vez terminas tareas te animas porque vas viendo el final, aunque queden horas de trabajo; y cuando acabas y sales para marcharte a casa, la luz del día y el cansancio acumulado crean una sensación extraña, mezcla entre ganas de teletransportarte a tu cama y satisfacción. Y el conocer estas fases: saber que después de los momentos de bajón siempre vienen otros menos malos (¡tampoco voy a decir aquí que mole muchísimo trabajar 25 horas seguidas!) y que todo acaba en esa satisfacción por el trabajo acabado y por comprobar tu resistencia física y anímica; me ha ayudado mucho a pasar los momentos difíciles.
Aún así, espero que el lunes a las 9, la actividad se reduzca a niveles normales... y pueda seguir conociendo los proyectos y a mis compañeros con todas las neuronas despiertas.

Hoy es viernes, guau, ¡viernes noche! Pero yo este viernes me voy a dormir ya. Creo que es necesario ;) Pero antes, Joyeux anniversaire! para el "señor de las estrellas viajeras", que lo está celebrando en París. I demà, tots a la mani!